La intervención se realiza para aliviar el dolor de espalda debido a la enfermedad degenerativa discal lumbar y/o para eliminar la presión de los nervios de las hernias discales lumbares.
El procedimiento es para pacientes que tienen principalmente dolor de espalda o una combinación de dolor de espalda y síntomas en las piernas, a menudo referido como “ciática”.
Médico de la columna Rolando García, Jr.
El Dr. García puede solicitar una tomografía computarizada, además de la resonancia magnética, para comprobar la calidad del hueso y ver si usted es un buen candidato para el reemplazo total del disco. Los candidatos ideales tienen poca o ninguna artritis, buen hueso fuerte (sin osteoporosis), y poca o ninguna enfermedad facetaria (las articulaciones en la parte posterior de la columna vertebral que participan en el movimiento).
La cirugía se realiza a través de la parte frontal de la columna vertebral (a través del abdomen, normalmente justo a la izquierda del ombligo), por lo que se evita un corte muscular extenso y se minimiza el dolor postoperatorio. Se realiza con la asistencia de un cirujano cardiotorácico porque los órganos y la vasculatura deben retraerse hacia un lado para permitir una exposición adecuada de la columna vertebral.
Una vez hecho esto, se procede a la extirpación del disco degenerativo. El disco doloroso se sustituye por un nuevo disco metálico que mantiene el movimiento.
Normalmente se recomienda hospitalización durante 1-2 días para observación. No se precisa corsé después de la intervención y los pacientes suelen obtener un alivio significativo de los síntomas de la espalda a medida que avanza la recuperación. Normalmente se pueden retomar las actividades ligeras al cabo de 2 semanas y la actividad plena y sin restricciones al cabo de 2-3 meses.