La enfermedad degenerativa discal (DDD, por sus siglas en inglés) es una afección que afecta a los discos intervertebrales
Estas son las estructuras amortiguadoras situadas entre las vértebras de la columna vertebral. Con el tiempo, los discos pueden perder su contenido de agua, adelgazar y desarrollar pequeños desgarros o grietas en la capa externa (anillo fibroso).
Esto puede provocar una serie de síntomas, como dolor, rigidez y movilidad reducida en la zona afectada”, explica el Dr. Rolando García, Cirujano Ortopédico.
La causa exacta de la DDD no se conoce del todo, pero se cree que está relacionada con el proceso natural de envejecimiento y el desgaste de los discos con el paso del tiempo. Factores como la genética, el tabaquismo y la obesidad también pueden aumentar el riesgo de padecer DDD.
Los síntomas de la DDD pueden variar en función de la localización y gravedad de la enfermedad.
Los síntomas más comunes son dolor de espalda, rigidez y pérdida de flexibilidad. En algunos casos, la enfermedad puede provocar la compresión de nervios y causar dolor o entumecimiento en las piernas o los brazos. Los casos graves de DDD pueden requerir una intervención quirúrgica, como una discectomía o una fusión espinal, para aliviar los síntomas.
El tratamiento de la DDD suele consistir en una combinación de medidas conservadoras como fisioterapia, control del dolor y cambios en el estilo de vida (como ejercicio, pérdida de peso y dejar de fumar).
En algunos casos, pueden utilizarse medicamentos como antiinflamatorios no esteroideos (AINE), relajantes musculares o corticosteroides para controlar los síntomas. Es importante trabajar con un profesional médico para desarrollar un plan de tratamiento integral basado en sus necesidades y síntomas específicos.
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¿Qué casos de DDD pueden requerir intervención quirúrgica?
La intervención quirúrgica para la enfermedad degenerativa del disco (DDD) suele reservarse para los casos en que los tratamientos conservadores han sido ineficaces y los síntomas son graves y afectan significativamente a la calidad de vida del paciente. En general, se considera la cirugía cuando la enfermedad ha provocado la compresión de nervios y se presentan síntomas como debilidad, entumecimiento o dificultad para controlar la vejiga o los intestinos. Algunos ejemplos de cuándo se puede considerar la cirugía para la DDD incluyen:
- Hernia Discal: Cuando un disco se hernia, el material interno (núcleo pulposo) puede salirse y presionar los nervios de la médula espinal. Si esta compresión es grave y causa síntomas importantes, puede realizarse una discectomía para extirpar la parte herniada del disco y aliviar la presión sobre los nervios.
- Estenosis Espinal: La estenosis espinal es una afección en la que el canal espinal se estrecha, ejerciendo presión sobre la médula espinal o los nervios. Se puede considerar la cirugía si el estrechamiento es grave y causa síntomas significativos como dolor, debilidad o entumecimiento.
- Espondilolistesis: Es una afección en la que una vértebra se desliza hacia delante sobre la vértebra que tiene debajo, provocando la compresión de la médula espinal o los nervios. Puede recomendarse la cirugía si el deslizamiento es grave y provoca síntomas importantes.
El tipo de cirugía para la DDD dependerá de la localización y gravedad de la afección. Los procedimientos quirúrgicos más comunes para la DDD incluyen la discectomía, la fusión espinal o el reemplazo del disco. Es importante discutir los riesgos y beneficios de la cirugía con un profesional médico y considerar todas las opciones de tratamiento no quirúrgico antes de tomar una decisión.
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