Varios hábitos cotidianos pueden marcar una gran diferencia en la reducción del dolor de espalda y en el mantenimiento de una columna vertebral sana. Mantener una postura adecuada, realizar ejercicio regular de bajo impacto, mantenerse hidratado y dejar de fumar contribuyen a una mejor salud de la columna. Incluso pequeños cambios, como usar muebles ergonómicos o tomar breves descansos de pie durante el día, pueden aliviar la tensión en la espalda.
El Dr. García anima a los pacientes a combinar los tratamientos médicos con mejoras en el estilo de vida para lograr resultados a largo plazo. Un enfoque equilibrado que incluya el fortalecimiento del torso, el entrenamiento de la flexibilidad y el control del peso no solo alivia el dolor, sino que también ayuda a prevenir que se desarrollen futuros problemas de columna.

