Este procedimiento se realiza para aliviar el dolor de espalda y piernas debido a enfermedad degenerativa discal lumbar, estenosis lumbar, espondilolistesis y/o hernias discales lumbares. Se realiza a través de la parte posterior de la columna vertebral y puede llevarse a cabo mediante un procedimiento abierto o mínimamente invasivo. Con un procedimiento abierto se realiza una incisión en la línea media y se apartan los músculos dejando al descubierto los huesos de la columna. A menudo se utilizan instrumentos cortantes para extirpar las apófisis espinosas, partes de la lámina y las articulaciones facetarias con el fin de descomprimir la médula espinal y los nervios que irrigan las piernas. Por lo general, se extrae una parte del disco para aliviar la presión sobre los nervios espinales y dejar espacio para la jaula intersomática, que ocupa el lugar del material del disco extraído. La jaula de plástico se rellena con injerto óseo, lo que aumenta las posibilidades de fusión de los huesos. A continuación, se colocan cuidadosamente tornillos en los cuerpos vertebrales bilateralmente (en ambos lados) y se conectan con una varilla para ayudar a estabilizar los huesos mientras cicatrizan. Se suele recomendar hospitalización durante 2-5 días y el paciente debe llevar un corsé ortopédico de velcro para caminar, sentarse y realizar las actividades cotidianas (puede quitarse para dormir y ducharse). Debe evitarse la actividad extenuante durante 6-12 semanas mientras los huesos se fusionan.


