Este procedimiento se realiza para aliviar la presión de los nervios que irrigan las piernas a causa de hernias discales lumbares o enfermedad discal degenerativa y formación de espolones óseos.
La gente suele referirse a sus síntomas como “ciática” o dolor punzante intenso, entumecimiento, hormigueo, ardor o debilidad en la pierna. Se utiliza principalmente para los síntomas de las piernas y no suele emplearse en pacientes con dolor de espalda únicamente. La cirugía se realiza mediante un abordaje endoscópico (no artroscópico, sino endoscópico, utilizando un tubo de 18 mm con visualización directa por parte del cirujano).
Se realiza a través de una pequeña incisión de aproximadamente 1-1,5 pulgadas de largo. Mediante este abordaje mínimamente invasivo podemos preservar los tejidos blandos, disminuir la hemorragia y reducir el tiempo de recuperación postoperatoria. Se realiza una pequeña ventana de hueso (hemilaminectomía) para permitir la visualización del material discal herniado.
Una vez que se ha eliminado el material discal o el espolón óseo y el nervio que irriga la pierna ya no está comprimido, se retira el tubo y se sutura la piel por vía subcutánea (bajo la piel para reducir las cicatrices).
El dolor de la pierna debería mejorar inmediatamente, mientras que el entumecimiento puede tardar algún tiempo en mejorar. Se anima a los pacientes a caminar el mismo día de la intervención y también pueden volver a casa el mismo día sin necesidad de hospitalización.
Recomendamos a los pacientes que eviten levantar objetos pesados o realizar ejercicios extenuantes durante 6 semanas, momento en el que pueden volver a la actividad plena y sin restricciones.